Economía y espiritualidad desde una perspectiva baha’i (La conclusión)

Soluciones

Lo que necesitamos es una Humanomía. Necesitamos un sistema con humanidad y virtudes que sean respetadas por todas las religiones. Son universales y se aplican a todos. Virtudes como:

Asertividad, cuidado, limpieza, compasión, confianza, consideración, coraje, cortesía, creatividad, desapego, determinación, entusiasmo, excelencia, fidelidad, flexibilidad, perdón, amistad, generosidad, gentileza, servicialidad, honestidad, honor, humildad, idealismo, alegría, justicia, amabilidad, amor, lealtad, misericordia, moderación, modestia, obediencia, orden, paciencia, paz, oración, propósito, fiabilidad, respeto, responsabilidad, reverencia, autodisciplina, servicio, firmeza, tacto, agradecimiento, tolerancia, sinceridad, unidad

Algunas personas pueden sentirse impotentes para realizar cambios en el sistema. Expresan el sentimiento de desesperanza y dicen: “No tenemos el poder para hacer ningún cambio”. Me temo que tengo que estar en desacuerdo con ese sentimiento. Realmente tengo muchas esperanzas sobre el futuro. Creo que tenemos un papel importante que desempeñar, especialmente aquellos que creen en las virtudes mencionadas anteriormente.

Ya sea que forme parte de una religión organizada o crea en la humanidad o la moralidad, estos valores son familiares para cualquiera.

Para nosotros, como bahá’ís, se ha señalado nuestro deber y curso de acción:

“Cada escogencia de un bahá’í ―como empleado o empleador, productor o consumidor, prestatario o prestamista, benefactor o beneficiario― deja una huella, y el deber moral de vivir una vida coherente exige que las decisiones económicas de uno estén en concordancia con ideales elevados, que la pureza de los propósitos de uno vayan acompañados de la pureza de sus acciones para lograr esos propósitos.”  – La casa Universal de Justicia, 1 de Marzo 2017

Me han preguntado por qué me han llamado “economista místico”. Y cómo puedo explicarlo: “¿Cómo puedes combinar estos dos opuestos en un solo lugar?” Dije – Sin problemas; mi lado místico o espiritual guía mis decisiones económicas o materiales. Mi lado espiritual funciona como mi conciencia y me impulsa a tomar las decisiones económicas correctas. No veo ninguna contradicción porque ese es el papel de las religiones.

Mi petición es encontrar la forma de introducir estos valores en nuestras actividades económicas. Tenemos que inyectar estas virtudes en nuestro sistema económico para despertar su humanidad y revivirlo de su lecho de muerte. No estoy diciendo que esto se aplique solo a la economía; también digo que hagamos lo mismo con los sistemas educativos y políticos.

La bondad, la compasión, la paz, todos esos valores, una vez introducidos individualmente y lentamente a través de nuestras acciones, inyectandolos en el sistema, iniciarán una revolución y cambiarán el sistema por completo. Elegí la veracidad como base para el nuevo sistema. Si todo el mundo tratara de ser veraz y decir la verdad, podríamos cambiar todo de la noche a la mañana.

Si todo el mundo dijera la verdad, los sistemas cambiarían y la vida sería más fácil de vivir.

Para comenzar este proceso, algunos pueden necesitar algunas sugerencias prácticas para comenzar. En mi último libro, “La Economía del Futuro Comienza Hoy”, dediqué un capítulo a este propósito y lo llamé “Sugerencias económicas prácticas para día el día”.

Puedes encontrar todas las sugerencias con mis explicaciones como blogs aquí en mi sitio, pero aquí está la lista de ellas:

  • Concéntrese en las cuestiones importantes de la vida, como“¿Quién soy, yo?”, “¿Cuál es el propósito de mi vida?” y “¿Cuánto es suficiente?”
  • Viva una vida sencilla.
  • No mientas sobre un producto.
  • Pague un precio justo, incluso si es más que el precio de mercado.
  • Comparta las ganancias, proporcione cobertura médica y pague salarios justos.
  • Sea honesto en sus tratos.
  • Brinde la mejor calidad de servicio.
  • Establezca el servicio al cliente como una meta.
  • Busque oportunidades para extenderse a los compañeros de trabajo y competidores
  • Este contento con un margen de beneficio razonable.
  • Actualícese con la información más reciente.
  • Sea puntual.
  • Si está prestando dinero, solicite una tasa de interés razonable.
  • Resista la mentalidad del consumidor
  • Infórmese acerca de la publicidad y lea entre líneas.
  • Justifique espiritualmente todos los gastos.
  • Evite el desperdicio en el lugar de trabajo.
  • Proteja el medio ambiente
  • Aumente el conocimiento económico y empresarial.
  • Ofrezca como voluntario con espíritu de servicio.
  • Tenga o adopte una meta financiera en la vida.
  • Evite las deudas tanto como le sea posible.
  • Crea el hábito de ahorrar.
  • Difunda el trabajo de los profesionales honrados y justos en sus tratos.
  • No adquiera el último modelo de un producto o servicio si el “penúltimo” sigue en buen estado y da una buena prestación.
  • Evite las compras por imitación.
  • Apoye el concepto de la moneda mundial única.
  • No busqué los atajos que la sociedad ofrece en cuanto al pago de impuestos.
  • Realice reclamos a su Seguro de manera honesta.
  • Solicite reingresos de impuestos debidamente justificados.
  • No abuse de la baja por enfermedad.
  • Devuelva la cantidad que se le haya devuelto de más, al realizar un pago o una compra. Regrese al establecimiento cuando compruebe que se le ha cobrado de menos o ha recibido más cambio del debido.
  • Haga frente a los sobornos y al engaño, por muy “normales” que sean en su entorno.
  • Considere el servicio primero y el beneficio segundo.
  • Participé en proyectos sociales y económicos.
  • No siga la idea de que el fin justifica los medios.
  • Sea honesto en una entrevista de trabajo.
  • Sea sincero al completar formularios o licitaciones.
  • No sacrifique sus valores para obtener una promoción.
  • Use material de buena calidad en la producción.
  • Proteja al sector pobre y desfavorecido de nuestra sociedad de la manera que pueda.
  • Dé con el espíritu de servicio.
  • Crea en que la conciencia de su prosperidad, bienestar y felicidad dependen del bienestar, la prosperidad y la felicidad de cada persona pobre, necesitada y desfavorecida del mundo.
  • Gaste la misma cantidad de energía en desapegarse de las posesiones materiales a medida que gasta en obtenerlas.
  • Recuerde su destino espiritual mientras persigue objetivos financieros.
  • Sea considerado con quienes le alquilan.
  • Desarrolle virtudes que sean comunes a todas las religiones.
  • Cuide a su insistente yo o ego.