Prejuicio religioso: un viaje personal de Este a Oeste

El mundo en este momento enfrenta muchas dificultades, y los cimientos de nuestra civilización

están siendo amenazados. Uno de esos desafíos es el prejuicio religioso.

Durante un reciente viaje a un pueblo de la India, presencié algo inspirador: personas de diferentes religiones se reunieron en unidad. Esto me recordó que fomentar la comprensión de que todas las religiones son una y de que provienen de la misma fuente divina, es clave para resolver los desafíos de este mundo.

Viajé a la India para alejarme del consumismo de la Navidad. Una vez allí, una de las iglesias de la ciudad me invitó a celebrar la Navidad con ellos. Realmente me emociona la idea de conmemorar ocasiones religiosas con seguidores de cualquier religión, ya que crea unidad.

Mi dedicación para eliminar los prejuicios religiosos proviene, en parte, de mi propia experiencia. Nací en Irán en una familia en la que era principalmente musulmán, excepto mi padre que era baha’i. Mi familia me expuso a todas las ceremonias y eventos islámicos, y mi padre trató de conectarme con las enseñanzas bahá’ís. Los sentimientos de mi entorno islámico me influyeron. Por ejemplo, tenía muchas ganas de participar en el aniversario del martirio del tercer imán del Islam chiíta y golpearme el pecho para llorar su muerte, a pesar de que sucedió hace siglos.

Pero cuando elegí ser miembro de la Fe de Baha’i, me convertí en el blanco de ciertos prejuicios. Experimenté esa rudeza a una tierna edad: los miembros de mi familia, mis primos e incluso mi abuela me veían como un ser inferior. Escuché muchos comentarios negativos sobre los seguidores de otras religiones, pero nunca sobre Moisés o Jesús. El nombre de Jesús se menciona más de 51 veces en el Corán. Esto se debe a que Jesús y Moisés recibieron la misma posición que Mahoma como uno de los Profetas de Dios, enviados por Dios para guiar a la humanidad.

“Decid (vosotros, los creyentes): «Creemos en Al-lah y en lo que nos ha revelado, así

como en lo que reveló a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las tribus (de Israel);

(creemos) en lo que Moisés, Jesús y (todos) los profetas recibieron de su Señor. No

hacemos ninguna diferencia entre ellos (los aceptamos a todos por igual) y nos

sometemos completamente a Él».” – El Corán, SURA 2 – ALBAQARAH 136

Esto no es diferente de lo que enseñan los escritos de Baha’i:

“Te es claro y evidente que todos los profetas son los Templos de la Causa de Dios, quienes han aparecido ataviados con diversas vestiduras. Si observas con ojo perspicaz, les verías habitando en el mismo tabernáculo, volando en el mismo cielo, sentados en el mismo trono, pronunciando las mismas palabras, proclamando la misma Fe. Tal es la unidad de esas Esencias del ser, de esas Lumbreras de esplendor inmenso e infinito.” – Pasajes de los Escritos de Bahá’u’lláh

Sucesivamente en la década de 1980, me mudé a Canadá. Tenía todas estas ideas sobre conocer gente con la que podía hablar e incluso estar en desacuerdo. Ese fue mi segundo -y quizás peor- despertar. Para mi sorpresa, presencié una falta de conocimiento y prejuicio hacia los musulmanes en particular, y otras minorías en general. Como baha’i, enfrenté cierta persecución por parte de algunos musulmanes en Canadá, y en cambio ahora la gente también me llamaba “musulmán” y me decía que volviera de a donde había venido.

No podía creer que los occidentales ignoraran tanto la verdad sobre el Islam. La mayoría interpretó las acciones de algunos musulmanes como leyes islámicas. En una caminata por La Paz y en otras ocasiones, traté de recordarles a mis compañeros amantes de la paz sobre el papel que juega el prejuicio religioso en la creación de guerras y la importancia de combatirlo. Después de todo, el silencio sobre los prejuicios es igual a apoyarlo o permirtirlo.

Para mí, el problema del prejuicio religioso se aborda mediante un concepto que se enfatiza en las Enseñanzas Bahá’ís: la Investigación individual e independiente de la verdad. He visto de primera mano cómo buscar la verdad para uno mismo, en lugar de seguir lo que otros dicen, cambia los corazones y acaba con los prejuicios.

Abdu’l Baha escribió:

“Los fundamentos de las religiones divinas son uno. Si investigamos estos fundamentos, veremos que hay mucho campo para el acuerdo, pero si consideramos las imitaciones de las formas y las creencias ancestrales encontramos puntos de desacuerdo y división, porque esas limitaciones difieren, en tanto las fuentes y fundamentos son uno el mismo. Es decir, los fundamentos conducen a la unidad, pero las imitaciones son causa de desunión y desmembramiento”. Abdu’l Bahá. La Promulgación de la Paz Universal.

Con esto en mente, celebrar la Navidad en India resultó ser muy especial.

La iglesia también invitó a dignatarios locales y otros representantes de gobiernos federales y locales junto con todos los líderes y representantes de todas las religiones de la ciudad. Incluso solicitaron que un líder religioso que no perteneciera a ninguna religión estuviera presente.

Todos hablaron sobre el mensaje de amor que Jesús predicó y nos recordaron cómo ese mensaje sigue siendo relevante y necesario.

Uno de los oradores que representaba a una mezquita de la ciudad me sorprendió al dirigirse a los seguidores de su propia religión y citar el Corán:

“De entre estos mensajeros, favorecimos a algunos por encima de otros; a unos les habló Allah directamente y a otros les concedió una alta distinción. Y otorgamos a Jesús, hijo de María, pruebas claras (de que era un siervo de Al-lah y Su mensajero)”. – El Corán, SURA 2 – ALBAQARAH 253

Este orador se dirigió además a sus compañeros musulmanes y afirmó que no se es un verdadero musulmán si no se cree en Jesús y se le da la reverencia que corresponde a su posición.

Me conmovió este gesto de luchar contra los prejuicios desde dentro: un charlista musulmán que les recuerda a otros musulmanes la posición que tiene Jesús.

Es imperativo que nos aferremos a las verdades básicas como la Unidad de Dios y de que la unidad de la fuente de todas las religiones es una, y, lo más importante de todo, la Unidad de la Humanidad.

Como una forma de compensar el daño del prejuicio religioso, investiguemos la verdad sobre otras religiones. Hay mucho más en común en todas las religiones, mucho más que diferencias.

Leave a Reply