Sugerencias economicas practicas para un nuevo sistema economico (Cuarta Parte)

Las sugerencias que siguen, basadas en los Escritos bahá’ís, quizá le permitan activar algunos de esos cambios fundamentales en su carácter y en sus actividades económicas diarias. Hay 50 sugerencias pero discutimos 9 en este blog.

Quizá le parezca que esta lista es abrumadora y no se sienta capaz de poner en práctica todas las sugerencias que se aplican a su situación. Pero conviene que recuerde que lo que importa no son los resultados sino lo sincero de sus esfuerzos. Es la pureza de intención lo que cuenta.

 

  1. Procure crear ocasiones para verse con sus colaboradores y coopere en el lugar de trabajo. La mayoría de los lugares de trabajo aíslan en gran medida a las personas. Para llegar a ellas ofrézcales apoyo y trátelas con justicia. Hacerlo así genera un espíritu y un entorno laboral apreciablemente mejores.
  2. Ofrezca su ayuda a los demás, incluso a sus rivales. Sea causa de unidad y trátelos como lo haría con sus propios empleados o colegas, intentando echar una mano siempre que sea posible.
  3. Conténtese con un margen de beneficio razonable. En nuestra sociedad no hay límite a la codicia, por lo que mostrarse satisfecho con lo ganado ha de crear un sentimiento de contento, y ofrecer un ejemplo a los demás. Lo dicho es una respuesta a la pregunta “cuanto es suficiente”. No hay nada malo en sentirse satisfecho con una cantidad limitada de beneficio.
  4. Póngase al corriente con la información más actualizada, estudiando dentro de su campo laboral o profesional cómo mejorar su servicio, o cómo ser un líder en su profesión. Sea puntual en su negocio o al acudir a reuniones. La puntualidad mejora la eficacia del sistema y es una muestra de respeto hacia los demás. Si el tiempo es dinero, conviene entonces no desperdiciarlo.
  5. Recuerde que sus actos son el mejor reflejo de sus propias creencias y hágase consciente de ellos. El cliché de que obras son amores que no buenas razones sigue siendo verdad. Debemos sentar ejemplo para los demás pues somos nosotros quienes hemos de encaminar la sociedad actual hacia la meta de constituirse en una civilización en continuo crecimiento.
  6. Si presta dinero, solicite un interés razonable, pero no el máximo interés. Se nos exhorta a aplicar en nuestras transacciones una tasa de interés que sea justa y razonable. Bahá’u’lláh nos insta a ello. No sólo han de ser los bancos los que apliquen tasas de interés.
  7. Resista la mentalidad consumista tan dominante en nuestra sociedad. El consumismo crece a proporción de los niveles de vida, hasta que al fin el consumismo se convierte en un mal hábito con graves consecuencias. Combatir esta tendencia resulta muy importante para nuestra vida económica y desarrollo espiritual. El consumismo ha adquirido tintes de enfermedad en rápida expansión y de efectos paralizantes para el progreso de nuestra alma.
  8. Infórmese en cuestiones de publicidad. Los anuncios suelen ocultar gran parte de la información que necesitamos para adquirir un producto, ya no se hable de afirmaciones falseadas y arropadas mediante procedimientos psicológicos destinados a promover la venta en cuestión. La publicidad alcanza a todos los ámbitos de nuestra existencia económica. Hay que estar muy alerta para discernir entre la jungla de anuncios que contienen falsas alegaciones. Las técnicas de venta se han vuelto sofisticadísimas, por lo que conviene estar muy alerta y leer entre líneas.
  9. Justifique espiritualmente todo gasto. Con tanta pobreza como hay en el mundo hoy día debemos responder ante nuestra conciencia de todo gasto innecesario. Se nos recomienda que seamos frugales en el gasto. Sería harto útil que pudiéramos crear un «policía» dentro de nosotros mismos dedicado a vigilar nuestro nivel de gastos.

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